Entradilla
Aquí estamos una vez más el último día del
mes. El verano en hemisferio norte, concretamente en el sur occidente de Europa,
está superando lo insuperable en cuanto a calores. La primavera ya lo
presagiaba y se han cumplido las expectativas que han hecho decir a quién gusta
del calor que es demasiada.
Como nunca debemos olvidar quienes fuimos
para saber dónde queremos llegar elegí como portada esta estampa de los campos
manchegos de Antonio López, “Niños en las eras”, que no hace tanto tiempo era
donde se pasaban las horas de calor del verano separando el grano de la paja.
Hoy una máquina, más bien fea, hace todas estas labores al mismo tiempo. Y el
resto nos quejamos de que el aire acondicionado no funciona bien.
Y con
el verano llegan los festivales de todo tipo, destacar el de teatro clásico de Almagro (Ciudad Real),
España, que a pesar de las calores del mes de julio pone el cartel de no hay
entradas. Sus calles y plazas se convierten en escenario al igual que cobran
vida las tablas del Corral de Comedias, duras sillas de enea e imprescindible
el abanico pero Lope bien vale un poco de calor.
Y la calor excesiva reviene los sesos y, no
sé si es por esto o simplemente con la “mala intención” de incordiarme, me dicen que aún no
expliqué por qué “Sin pretensiones”
lleva el subtitulo de cultural y riéndose me retaron a explicarlo.
Explicación:
Antes de que de la arcilla hicieran
al hombre y de una de sus costillas crearan a la mujer (aquí teníamos que
preguntarnos qué fue antes, porque sin
mujer no hay vida), mucho antes el Hombre cultivaba la tierra y el espíritu
rindiendo pleitesía a los cuatro elementos esenciales (Creo innecesario decir cuáles son) incluso
con el sacrificio de vidas.
Parece ser que los escribas judíos
copiaron y adaptaron, con su muy particular criterio, los libros sagrados Sumerios
resultando de ello la Tora que algunos siglos después pasó a ser la Biblia para
el mundo cristiano.
Por las antípodas ya habían dejado
su impronta Buda y Confucio.
Pasaron algunos siglos y diversas civilizaciones
hasta que llegaron los romanos con el verbo colere
(remover, mudar) y su participio cultus,
le añadieron el sufijo –ura (acción de…) en este caso acción de remover el
espíritu.
Total y resumiendo de cutus, cultivar: remover la tierra. De cultus, cultura: remover el espíritu.
Y, después de tantas vueltas, os
diré que a mi parecer (en los diccionarios le dan otro sentido) cultura es todo
el acervo implícito en la forma de ser de las personas y de los pueblos
recopilado a lo largo de la historia de la humanidad y este conocimiento va
desde lo más esencial para solventar las necesidades básicas del ser humano
hasta el más alto de los estados espirituales.
Cultura es saber buscar agua con unas varetas.
Cultura es saber construir un chozo
para resguardarse del calor o del frío.
Cultura es saber preparar los alimentos para comer.
Cultura es saber fabricar con nuestras manos
y unas pocas herramientas
cualquier elemento necesario para subsistir.
Cultura es saber leer pero también
saber leer las estrellas para orientarnos
o saber la hora del día por la posición del sol.
Cultura es haber leído los clásicos
pero también leer Tebeos o Comics.
Cultura es pintar un cuadro y también hacer un grafiti.
Cultura es saber interpretar a Mozart
pero también interpretar las canciones tradicionales
o el rock and roll.
Cultura son las normas de urbanidad
y de
respeto (tolerancia) hacia los demás.
Cultura es todo lo que rodea cada acto de la vida
para hacerla más agradable
y que a las personas no nos falte
ninguno de los elementos esenciales de la vida física
(Aire, agua, tierra y fuego)
ni de la vida espiritual
(Conciencia)
Y
“Sin pretensiones” es cultural porque en ella tienen cabida todas las
expresiones espirituales y materiales de la vida ya sean artesanales o
artísticas, rústicas o urbanas; las de la cultura con mayúsculas (Si es que
existe) y la en ocasiones menospreciada cultura con minúsculas: La literatura,
la poesía, la artesanía, la pintura, la escultura, la cerámica y, si se tercia,
la receta de hacer jabón casero o los remedios caseros de nuestras tatarabuelas
que no son la panacea pero ayudan de forma natural.
Y aclarado el por qué del subtítulo,
aclararé el por qué del título: dado que lo que en ella se publica está hecho
por amor al arte (por afición) pues no pretende más que recopilar los
resultados de esas aficiones en las que ocupamos el tiempo libre los que
elaboramos o los que participan con sus colaboraciones.
Después de leer esto me dicen que lo
relativo al título queda escueto y como no contesté a ello, diré: ¡Hasta aquí hemos llegado con las
explicaciones!
Verano Caluroso de 2015
Miguel Ángel
Cuadros de Mary Carmen Vidondo
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Juslarotxa
|
Estados
Crecí
en un barrio humilde
No sabía que significaba el dinero
No sabía lo que significaba sin un cobre Fui pobre muy pobre…
Solo pedía desde niño
Ser tratado como a ti te gustaría ser tratado
Ir al colegio con pantalones remendados
Por las manos de mi madre
Ángel entre Madres
Pulcro y bien peinado.
No sabía que significaba el dinero
No sabía lo que significaba sin un cobre Fui pobre muy pobre…
Solo pedía desde niño
Ser tratado como a ti te gustaría ser tratado
Ir al colegio con pantalones remendados
Por las manos de mi madre
Ángel entre Madres
Pulcro y bien peinado.
Por
favor no me castiguen, muestren
Un mínimo de bondad
Un resto de piedad
Recién empiezo a vivir
No se de desprecios, ni de crueldad
Solo me motiva la verdad y la realidad
Que late en mi corazón
Que con o sin razón
Le pone música a esta corta etapa
Que ira de abajo hacia arriba
Como una escala musical
Que para mí es la vida
Que algún día sabré tocar
Un mínimo de bondad
Un resto de piedad
Recién empiezo a vivir
No se de desprecios, ni de crueldad
Solo me motiva la verdad y la realidad
Que late en mi corazón
Que con o sin razón
Le pone música a esta corta etapa
Que ira de abajo hacia arriba
Como una escala musical
Que para mí es la vida
Que algún día sabré tocar
Pase
por varios estados
El hambre, el desprecio
Pero jamás tuvo precio
El oro de mi corazón
Único tesoro que aun sigue conmigo
Pues aún de viejo
Comparto mi pan, con quién no lo tiene
Mi dinero mis bienes
Yo sólo quiero vivir en paz.
A medida que pasó mí tiempo
El hambre, el desprecio
Pero jamás tuvo precio
El oro de mi corazón
Único tesoro que aun sigue conmigo
Pues aún de viejo
Comparto mi pan, con quién no lo tiene
Mi dinero mis bienes
Yo sólo quiero vivir en paz.
A medida que pasó mí tiempo
Y el tiempo de los tiempos
Entre mis tiempos
Tengo un solo sentimiento
El de jamás esconder la cabeza
Bajo la tierra
Ni disfrazarme de insinuaciones
Guiando a mis ojos a través
De tal o cual ceguera
Pues siento en mi, de qué forma sopla el viento
Y así saber si me estas mintiendo.
Entre mis tiempos
Tengo un solo sentimiento
El de jamás esconder la cabeza
Bajo la tierra
Ni disfrazarme de insinuaciones
Guiando a mis ojos a través
De tal o cual ceguera
Pues siento en mi, de qué forma sopla el viento
Y así saber si me estas mintiendo.
Estados
calmos
Estados insanos
Estados alterados
Estados felices
Estados… solo estados
Que nos mantienen siempre ocupados
Mientras la vida se va
Mientras la vida te quita
Lo que más quieres
Y te deja lo que más te irrita.
Estados insanos
Estados alterados
Estados felices
Estados… solo estados
Que nos mantienen siempre ocupados
Mientras la vida se va
Mientras la vida te quita
Lo que más quieres
Y te deja lo que más te irrita.
Por
favor no me tomen a mal
No me enojo con la vida
Pero me resulta difícil convivir
Con tanta malicia en el país de las mentiras
Donde las maravillas te manipulan
Y no me frustra la traición
Y no me molesta ver a tantos Judas en mi camino
No me enojo con la vida
Pero me resulta difícil convivir
Con tanta malicia en el país de las mentiras
Donde las maravillas te manipulan
Y no me frustra la traición
Y no me molesta ver a tantos Judas en mi camino
Solo
deseo seguir tranquilo
Sin un cobre
Viejo y pobre
Pero con un corazón
Noble, puro, sano,
Feliz con lo poco que tengo
Y poder decirte todos los días
Vida, aun te amo
Aun me quedan cosas por hacer
No me sueltes por favor, tu mano
Sin un cobre
Viejo y pobre
Pero con un corazón
Noble, puro, sano,
Feliz con lo poco que tengo
Y poder decirte todos los días
Vida, aun te amo
Aun me quedan cosas por hacer
No me sueltes por favor, tu mano
Y
sentir lo que de joven sentía
Escribir, escribir y escribir
A lo que el mundo le llama poesía
Y yo le llamo desnudar pasajes de una vida
Escribo con el mismo amor
Que mi madre mis ropas zurcía
Ella fue y se fue pero seguirá siendo
Eterna poesía
Escribir, escribir y escribir
A lo que el mundo le llama poesía
Y yo le llamo desnudar pasajes de una vida
Escribo con el mismo amor
Que mi madre mis ropas zurcía
Ella fue y se fue pero seguirá siendo
Eterna poesía
Claudio
Córdoba
+*+*+*+
Camino a las
Estrellas
Allá arriba, en los altos de
Belate, se levantaron piedras que aún hoy marcan el camino; el eterno e
incesante camino a Compostela, el Camino a las Estrellas. Un camino que, como
todos los caminos, te llevan despacito hasta los adentros de ti mismo. Piso
sobre las huellas de millones de pasos que antes franquearon estos puertos.
Piso donde pisarán aquellos que ya se acercan a mis futuros.
Nada ha cambiado. Las mismas preguntas;
las mismas dudas; las mismas suspicacias; las mismas botas y las mismas
estrellas; esas que todos llevamos en las entrañas.
“No tengas prisa, porque donde has de llegar es a ti mismo; a lo más hondo
de ti mismo.”
Frase que
encontré grabada en un lugar perdido del
Camino
baztanés a Santiago de Compostela.
Juan Goñi
El fuego
El fuego es
el elemento de la voluntad,
es el
símbolo del deseo,
de la
energía creadora y el impulso vital,
la
transformación y posición,
la motivación
y la fuerza de voluntad;
Pero también
de la seducción
y
sensibilidad.
No se
detiene en absoluto,
consideraciones
o temores,
actúa y se
propaga
con suma
voluntad.
Sea como
sea,
alberga la
fuerza vital
y su
presencia es esencial,
para la
vida, luz y calor.
El fuego
calienta o abraza,
Reconforta o
destruye,
está en el
calor de un beso;
pero también
es el alma
de un arma
destructiva.
Llevamos
fuego en el alma
y por eso o
ello
estamos
vivos.
Aro. Aro
+*+*+*+*
El dolor del
mundo
Dolor cálido
y sufrido,
dolor de mi
alma indomable,
salvaje y
pasajera.
Dolor de la
vida,
de los seres
queridos
y alejados.
Dolor de la
lejanía
del curar
apartado,
y de una
vida solitaria.
Ennegrecer
Por la
soledad
De tus seres
amados.
Dolor por el
daño infringido
Por el daño
acumulado,
por la
soledad del mundo
que te rodea
y te ignora.
Solo en el
mundo
Dolor y
tristeza
Penas y
angustias.
Dolor del
alma,
que busca la
paz
el amor
olvidado
y deseado.
Lucha, busca
y siente
el amor.
De este
mundo tan injusto
y
despreciado
que te ha
olvidado.
El amor por
la vida
de las vidas
humanas,
de sus
gentes,
culturas,
pensamientos
y deseos.
Kilian
+*+*+*+*
-Libertad-
Una palabra tan pequeña,
con millones
de significados.
Esta palabra
es para mí,
el mejor
regalo que yo
te pueda
regalar,
porque el
día que se cumplan
todos
nuestros sueños,
se harán
realidad
y viviremos
juntas.
Hasta con el
último suspiro
te seguiré
amando de verdad,
y si algún
día muero,
moriré
sabiendo que en la vida
conocí el
significado del saber amar,
y poder
saborear
la amada
libertad;
y vivir una
vida llena
de paz.
Mimi
Hoy hace 34 años.
Una noche como esta, más o menos a esta hora, pero
hace treinta y cuatro años, mi padre sufrió un ictus fulminante. Dormíamos
juntos aquella noche. Horas después murió. Yo tenía trece, y él cuarenta y
tres.
Y hoy no duermo porque los recuerdos, como moscas, no me dejan olvidar. Se me posan en la piel de gallina y en los oídos, en los cabellos erizados y en el corazón revuelto. Y voy y vuelvo por estos treinta y cuatro años; y por aquellos trece. Y me detengo en aquella noche, la última de San Fermín de aquel 1981, nuestra última noche. Y las cuentas me salen, porque las matemáticas no mienten. Pero los números no responden si les preguntas cuánto pesa un recuerdo, cuánto mide el llanto, qué volumen ocupa la pena en el corazón de un niño sin padre. Los números no saben. Y yo tampoco.
Y hoy no duermo porque los recuerdos, como moscas, no me dejan olvidar. Se me posan en la piel de gallina y en los oídos, en los cabellos erizados y en el corazón revuelto. Y voy y vuelvo por estos treinta y cuatro años; y por aquellos trece. Y me detengo en aquella noche, la última de San Fermín de aquel 1981, nuestra última noche. Y las cuentas me salen, porque las matemáticas no mienten. Pero los números no responden si les preguntas cuánto pesa un recuerdo, cuánto mide el llanto, qué volumen ocupa la pena en el corazón de un niño sin padre. Los números no saben. Y yo tampoco.
Allí nos quedamos los cuatro. Mis hermanos, mi
madre y yo. Sin saber contar, sin saber medir, sin saber sopesar. Viendo la
vida venir.
Aún soy un enano, papá, bajo tu sombra protectora. Aún me voy contigo a veces a ver los barcos a Montjuïc. Aún viajo a menudo en tu Renault 12 blanco, mirándote de reojo, mirándonos de reojo por el retrovisor del tiempo. Aún conservo tu olor, y tus manos, y tu mirada profundamente anclados en la última playa de mis mil mares revueltos.
Solo un abrazo. Con eso aguantaría otros treinta y cuatro. Hoy, solo un abrazo. Un abrazo de mi padre. De mi padre más joven que yo. Aquel que se hacía enano para jugar conmigo al balón. Aquel gigante en mis recuerdos, fuerte y protector. Solo un abrazo para saber por dónde se vuelve a aquella fatídica noche de julio de 1981.
Se me quedaron tantas cosas en el tintero, papá… tantas cosas…
Yo le llamaba “papi”. Y a él le hacía mucha gracia, y por eso siempre me respondía:
Aún soy un enano, papá, bajo tu sombra protectora. Aún me voy contigo a veces a ver los barcos a Montjuïc. Aún viajo a menudo en tu Renault 12 blanco, mirándote de reojo, mirándonos de reojo por el retrovisor del tiempo. Aún conservo tu olor, y tus manos, y tu mirada profundamente anclados en la última playa de mis mil mares revueltos.
Solo un abrazo. Con eso aguantaría otros treinta y cuatro. Hoy, solo un abrazo. Un abrazo de mi padre. De mi padre más joven que yo. Aquel que se hacía enano para jugar conmigo al balón. Aquel gigante en mis recuerdos, fuerte y protector. Solo un abrazo para saber por dónde se vuelve a aquella fatídica noche de julio de 1981.
Se me quedaron tantas cosas en el tintero, papá… tantas cosas…
Yo le llamaba “papi”. Y a él le hacía mucha gracia, y por eso siempre me respondía:
“¿Qué quieres, “hiji”?
Un abrazo, papi. Hoy solo un abrazo.
¿Sabes cuánto ocupa un océano de ausencias?
Yo aún no.
Ya se ha hecho de día. Como aquella mañana en la que ya no estabas en casa. Aquella mañana, la primera que amanecí sin ti. Hace treinta y cuatro años. Justo ahora.
Juan Goñi.
"Yo soy tu sangre, mi viejo
yo soy tu silencio y tu tiempo».
yo soy tu silencio y tu tiempo».
Fragmento de
la canción "Mi viejo".
Hermoso
lugar,
almendros
en alameda
lujo
para la vista,
primer
color de la primavera.
Quinta
de los molinos (Madrid)
Por entre las brumas
Aquella mañana de dolor de cabeza
por compañero sirvió para hacerle comprender que no por mucho abarcar se
solucionaban los problemas, el intentar
llevar todo al día no daba más que largas cefaleas atormentado las sienes.
Pasó la mayor parte de la mañana,
como era habitual en los últimos tiempos, de reunión en reunión, en las que no
prestaba atención, cada una de ellas era
una pérdida de tiempo en la que se repetían, hasta dejarlos sin sentido, los
mismos desfasados conceptos, nadie se salía del guión establecido y todo se
posponía.
En el silencio de su mesa de
trabajo fue estudiando los expedientes pendientes en cuya portada iba
escribiendo a lapicero la solución más acorde con las normas, que nadie se
molestaría en leer, la secretaria de turno la copiaría literalmente en el acta
final que firmaría, sin mirar, el responsable de turno al que felicitarían por
su bien hacer.
Llegó el final de la jornada y
cuando pisó la calle decidió volver a casa caminando; la tarde era gris,
el viento estaba ausente y la
temperatura invitaba al paseo despreocupado, no tenía prisas y nadie le echaría
de menos si no llegaba a la hora habitual.
Después de encender un cigarrillo
comenzó a caminar hacia la plaza con el paso cansino de los que no quieren
llegar a donde van, deteniéndose a cada instante para mirar una teja descolocada
en un alero, descubrir la asimetría de los adoquines, observar que las miradas
de los demás son tan aburridas y abúlicas como la suya.
Al llegar a la plaza el
cigarrillo ya era solo el filtro y cayó en la cuenta que solamente le había
dado una calada al encenderlo, se encogió de hombros mientras tiraba la colilla
en el macizo de un árbol desnudo de hojas que lo embelesó con su sequedad,
estaba muerto, el árbol estaba muerto y nadie parecía darle la menor
importancia, pasaban por su lado pendientes de todo menos de que el árbol
estaba muerto.
Un árbol anónimo en la esquina de
una plaza de renombre que por homenaje, a sus años de regalar oxigeno, recibía
la indiferencia, las colillas y las aguas menores de los perros…
Se pone verde el semáforo, se
reanuda el ruido del tráfico desordenando los pensamientos, desviando la mirada
sin saber la razón, giran los zapatos y le llevan rodeando el redondo de la
plaza al contrario del reloj, descontando minutos al futuro recuerda que aquel
día no compró flores y también recuerda el porqué de tal afrenta a su propio
ímpetu, un principio de sonrisa decaída y un ¡bah! Para qué pensar más si era
lo mejor o no lo era.
Una maldición contra lo mejor y
la verja llamando a adentrarse al otro lado del espejo del espejismo.
Un choque inesperado con el viejo
conocido que le deja impertérrito mientras agita suavemente sus razones al
viento y escribe una muesca más a las de anteriores encuentros aunque este fue diferente
no hubo lamentaciones.
Presencias nuevas con las mismas
costumbres en el espejismo bajo las entre sombras de los árboles que crecieron
al ritmo de tu crecer y que hoy te miran pesarosos de que pasees lánguido por
debajo de sus copas, un ladrido y el agua de la fuente salpicando como siempre,
haciendo barro donde se mancharán los niños aunque sus madres no les dejen
mancharse.
No miró el reloj, ya se nota la
caída del sol y piensa que más da, la noche será igual entre las páginas del
libro que acompañe el insomnio hasta rendirlo cuando las primeras luces del
alba se hacen dueñas de la ventana que nunca cierra para ver las estrellas.
Cruza la calle en busca de evitar
los rincones y le pregunta la hora un muchacho con pinta de despistado que le
recuerda tantos despistes de los sueños despiertos con los que aún camina
sabiéndolos tan lejanos, como lo están, del día que nacieron en su corazón y sólo
le queda una libreta casi llena, un
bolígrafo a punto de acabarse y los bolsillos vacios.
Y cuando ya poco le queda para
llegar piensa en lo poco que le queda para volver a la rutina donde morir de
abulia.
Miguel Ángel S. L. (Ángel Saguar)
"Waka"
significa literalmente "poema japonés".
Temino acuñado durante el período
Heian
para diferenciar a la poesía originaria de Japón
de la poesía kenshi (poemas
chinos),
que era familiar para las clases sociales educadas
y altas japonesas.
lealtad.
(De leal).
leal.
4. adj.
Dicho de un animal doméstico, como el perro o el caballo: Que muestra
al hombre cierta especie de amor, fidelidad y reconocimiento.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados
Crónica de los días muertos
+*+*+*+
Con Dios…
Hasta la próxima canción.
En la vereda se cruzaron
con las zarzas de moras rojas
tintándose de negro.
+*+*+*+
Mis pasos marcados en el suelo.
Tu presencia en el aire que respiro.
+*+*+*+
¿Qué hay más amargo
que una naranja amarga?
Las palabras
(que dejan sin palabras)
de los labios amados.
+*+*+*+
Y tu ausencia siempre presente
tan cerca.
Tan intensa, siempre tu presencia.
+*+*+*+
Fulgores deslumbraron
el camino de los ardores.
+*+*+*+
No llega el sueño
y cuando llega despierta
desazonado,
no soy capaz de recordar
y en mí
ronda desangelada
esa sensación agria
acallando la voz de las entrañas,
secando las emociones
nacidas en cada instante
con tu alma.
+*+*+*+
No me busques
al alba,
dormiré al vaivén
de mi pecho
en la penumbra de la luna
que el cielo nubla.
+*+*+*+
Todo el amor
recibieron las flores:
Bonitas fachadas,
alcobas vacías
de alma.
+*+*+*+
¿Dónde cabe mi grito?
¿Dónde puedo gritar?
¿Dónde se escuchara mi grito?
+*+*+*+
Fui al norte,
cruce el rio por un puente
y al volver
lo cruce por otro puente,
siguiendo la
sombra de la luz
llegué
a los campos dorados
y secos
circundantes del cerro
donde siguen las piedras
y el pensamiento voló…
+*+*+*+
Mis días están muertos
acogidos a la rutina
faltos de esperanza,
de prestado mi cuerpo respira.
Los calambres llegan puntuales
y me retumban los oídos
sonidos escurridos de alegría,
no es que haya tristeza
es que no me queda vida
en qué hacer realidad la entelequia.
De sol a sol.
De luna a luna.
Notas discontinuas.
Disfunciones
agarrándose a las visiones,
distorsionados versos
pesadillas sin poesía
y donde ella está
puerta cerrada por estima
¡Dejadme equivocarme!
Mis días están muertos
y el sudario esperando
cubrir de blanco
la sombra negra de mi pensamiento
sediento de limpia memoria.
+*+*+*+
Versos:
Agonía del poeta
que vive
maldiciéndose
haberlos enseñado.
+*+*+*+
Tiempo parado.
Pensamiento alado.
Conjuran arriba.
Conjugo abajo
verbo sin sentido,
huérfano de talento
asesinó el sentimiento
de su pretérito.
No te confundas:
Tu ristra de defectos
supera el pluscuamperfecto
para morir
sin último aliento.
Empezado el 17/07/2015
Miguel Ángel S. L. (Ángel Saguar)
*+*+*+*+*
*+**+*
*+*
Elaboración y contenido
Mary Carmen Vidondo
Miguel Ángel S. L.
*+*
Edición y formato
@ Miguel Ángel S. L. (Ángel Saguar)
Gracias a Miguel Ángel y a todos los colaboradores con la revista, cada mes sale mejor.
ResponderEliminarUn abrazo con todo mi cariño
muy bonita revista!! gracias por sacarme esas fotos tan chulas que me hizo Carmen Vidondo, enhorabuena por esta revista tan entretenida!!
ResponderEliminaranimo en vuestro trabajo y suerte!!